La Esclerosis Múltiple no es ningún impedimento para poder viajar y disfrutar al máximo de las vacaciones, aunque, debido a la enfermedad, existen ciertos factores que se deben tener en cuenta.
Por ello, hemos preparado esta pequeña guía, con todos los consejos que van a permitirte viajar de una forma mucho más tranquila, evitando cualquier sobresalto o imprevisto.
Guía para viajar con Esclerosis Múltiple
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Elige bien el destino: evita viajar a lugares muy calurosos o durante oleadas de calor extremo, ya que puede aumentar el riesgo de recaídas.
Eso no quiere decir que no podamos viajar a zonas de playa o tropicales, pero deberemos intentar que las temperaturas nos afecten lo menos posible. Para ello, se aconseja no salir durante las horas de más calor del día, evitar la exposición directa al sol (usando una sombrilla en la playa, por ejemplo), hidratarse mucho con agua fresca y utilizar ropa ligera. Si estamos en la playa o en la piscina, podemos bañarnos a menudo. -
En el aeropuerto: la forma más común de desplazarse a la hora de viajar, sobre todo cuando se realizan grandes distancias, es el avión. Algunas compañías te pueden pedir un certificado médico, en inglés, que especifique que estás en condiciones para poder volar: recuerda pedírselo a tu neurólogo.
A la hora de escoger asiento, elige siempre aquellos que estén en las salidas de emergencia, o pide que te ubiquen allí cuando hagas el check-in.
Si necesitas una silla de ruedas para cubrir las distancias dentro del aeropuerto y embarcar, ten en cuenta que la mayoría de aeropuertos disponen de este servicio; solo has de solicitarlo y te acompañarán a la puerta de embarque. También puedes pedir el embarque preferente, en el que no tendrás que hacer cola. -
Si viajas en coche: utiliza el aire acondicionado para mantener una temperatura agradable dentro del coche, y mantente hidratado. Cada dos horas de viaje, para, camina un poco y estira la musculatura. En ningún caso conduzcas si estás sufriendo un brote.
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Lleva la documentación necesaria: aparte del pasaporte y el documento de identidad, recuerda coger la tarjeta sanitaria europea, en caso de que viajes a algún país de la UE. Tendrás asistencia médica del mismo modo que si estuvieras en España.
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Sigue el tratamiento: no olvides llevarte la medicación recetada por tu médico a donde vayas, junto con una carta del médico por si debes viajar con jeringas inyectables.
Si los medicamentos que tomas necesitan estar refrigerados, es recomendable empaquetarlos en bolsas aislantes y con bloques de hielo para mantenerlos a baja temperatura.
Si es posible, lleva los medicamentos en tu equipaje de mano, en vez de facturarlos. Evitarás perderlos si se extravía tu equipaje.
Lleva dosis suficientes para algunos días más de los que dure el viaje, así no tendrás problema si algún vuelo se retrasa y tienes que alargar tus vacaciones. -
Al reservar alojamiento: elige siempre aquellos hoteles y apartamentos que dispongan de todos los servicios e instalaciones que puedas necesitar, como aparcamiento para el coche, rampas o ascensor. Si tienes dudas de si lo ofrecen, no dudes en contactar antes de realizar la reserva.
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