La disfasia es una alteración del habla que puede aparecer cuando se dañan las estructuras cerebrales que intervienen en el reconocimiento y la producción del lenguaje. Se manifiesta en forma de problemas para encontrar palabras y construir frases, o de una dificultad para comprender el lenguaje. Algunos pacientes con disfasia también refieren que les cuesta recordar palabras o se quedan en blanco.
Uno de los síntomas que puede presentar la esclerosis múltiple es la disfasia. Hasta hace pocos años, no se consideraba que pudiera serlo, porque en la esclerosis múltiple se afecta la sustancia blanca (concretamente, la mielina) y la disfasia se asocia a lesiones en la sustancia gris. Sin embargo, en un estudio llevado a cabo en Francia en el que participaron 2.700 pacientes con esclerosis múltiple, se observó que un 36% de los afectados presentaban una marcada reducción de la capacidad para encontrar las palabras.
La disfasia no aparece exclusivamente en las personas con la esclerosis múltiple. También puede aparecer de forma transitoria o permanente después de un traumatismo craneal o un accidente cerebrovascular y en algunas demencias, como la enfermedad de Alzheimer.
El grado de deterioro del lenguaje dependerá del área del cerebro que se afecte. Por ello, pueden observarse diversos tipos de disfasia:
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Disfasia de recepción: se manifiesta por una dificultad para comprender y reconocer el lenguaje hablado y escrito. Puede aparecer en lesiones que afectan al área de Wernicke (el centro de comprensión del lenguaje), situada en el lóbulo temporal del cerebro.
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Disfasia expresiva: se manifiesta por dificultades en la construcción mental del lenguaje hablado y escrito y en la expresión de las palabras. Puede aparecer cuando se lesiona el área de Broca (el centro motor del lenguaje), que se encuentra en el lóbulo frontal.
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Disfasia total: puede aparecer cuando se dañan ambas áreas del cerebro. En estos casos, la disfasia es de recepción y expresiva y se afectan la comprensión y la construcción del lenguaje.
La presencia de disfasia dificulta la comunicación en las personas con esclerosis múltiple. Esto les resta calidad de vida, sobre todo cuando son jóvenes o están en plena actividad laboral. Según Reyes Valdés Pacheco, logopeda de la Asociación Sevillana de Esclerosis Múltiple, el papel del logopeda es fundamental para mejorar las habilidades comunicativas de estas personas:
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Detecta el problema a partir de los primeros síntomas.
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Estudia la anatomía y funcionalidad de los órganos del habla y establece un programa de tratamiento integral que abarque la respiración, la deglución y el lenguaje.
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Informa, asesora y entrena a los familiares que conviven con los afectados de esclerosis múltiple o a sus cuidadores.
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En caso necesario, puede plantear formas de expresión distintas al lenguaje hablado que aumenten o compensen las dificultades de comunicación.
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