¿Te has sorprendido alguna vez rascándote sin parar, por culpa de un picor repentino e insoportable? El término científico para el picor es prurito, y es uno más de los síntomas que puede experimentar una persona con esclerosis múltiple.
¿Por qué me pica la piel?
La piel te pica, pero por mucho que miras no encuentras rojeces ni nada raro, más allá de los arañazos que te causas con las uñas. ¿Te suena? Tranquilízate, que tu vista no te engaña: realmente tu piel está sana. El problema es la destrucción de la mielina que recubre las prolongaciones (axones) de las células nerviosas. Es decir, la piel te pica por una alteración de tu sistema nervioso. Por eso a este tipo de picor se le denomina prurito neuropático.
Por otro lado, algunos de los medicamentos que se usan en la esclerosis múltiple pueden provocar picor como efecto indeseable. Además, existe la posibilidad de que alguno te dé alergia.
Por supuesto, habrá que descartar otras causas de picor. Igual que todo el mundo, puedes sufrir alguna enfermedad de la piel, como la dermatitis atópica, los hongos o la psoriasis[AMGS1]. De hecho, esta última es más frecuente en las personas con esclerosis múltiple.
Además, hay otras enfermedades que, al igual que la esclerosis múltiple, pican sin alterar la piel. Ejemplos son el hipertiroidismo, la diabetes, enfermedades del hígado y de los riñones, etc.
¿Cómo es el prurito de la esclerosis múltiple?
El prurito neuropático es uno de los síntomas paroxísticos de la enfermedad. Esto significa que empieza y termina de repente, de manera brusca, y suele durar poco tiempo, unos minutos como máximo. Sus características se conocen desde hace tiempo (Osterman, 1976; Yamamoto, 1981).
El picor suele ser localizado, en alguna parte concreta del cuerpo o la cara, más que por toda la piel. Es habitual que sea simétrico, es decir, que afecte a ambos lados a la vez: a los dos brazos, a las dos piernas, a los dos lados de la cara… A veces es muy intenso, hasta el punto de despertarte por la noche. Por lo general, aparece 6-8 veces al día, a veces más.
Junto con el picor, puedes sentir otras sensaciones anormales, como hormigueos o pinchazos. También es posible que el picor se desencadene por culpa del calor, o al empezar a moverte.
¿Qué puedo hacer si me pica la piel?
Lo cierto es que el picor, aunque dure solo un ratito, puede llegar a ser desesperante y a alterar mucho tu calidad de vida. El mejor consejo, como siempre, es que se lo cuentes a tu médico, pues existen medicamentos efectivos para aliviarlo. Ten en cuenta que las cremas y los fármacos que se usan para tratar la mayoría de los picores no sirven para el prurito neuropático, así que mejor evita tomarlos por tu cuenta.
Para evitar heridas e infecciones por rascarte, mantén las uñas muy cortas y, si el picor es muy intenso por la noche, duerme con guantes.
Por último, ten en mente que sentir picor no significa que tengas un brote. El prurito es un síntoma molesto, pero no ocurre porque la enfermedad esté progresando. Tal vez esa certeza te ayude a sobrellevarlo un poco mejor.
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