Aunque es muy poco frecuente - afortunadamente- la neuralgia del trigémino (llamada por algunos neuralgia facial porque es en la cara) es un síntoma que también aparece en la esclerosis múltiple (EM). Entre cuatro y seis de cada 100 personas con EM experimentarán neuralgia del trigémino durante su enfermedad, que es una frecuencia 400 veces mayor que en la población general.
Estamos hablando de un tic doloroso de un solo lado de la cara, intenso, severo y repetitivo, y que sigue el trayecto del nervio trigémino, uno de los nervios más largos de la cabeza. Este nervio es el responsable de las sensaciones de tacto y dolor de la cara, los ojos, la nariz y sus estructuras internas y la boca.
Así, la neuralgia del trigémino está caracterizada por un dolor punzante intenso y que aparece de golpe - como un shock eléctrico - que típicamente se siente en un lado de la mandíbula o de la mejilla, que dura desde unos segundos hasta 2 minutos por episodio y que puede repetirse varias veces en sucesión rápida. La intensidad del dolor puede ser física y mentalmente incapacitante.
Aunque el dolor puede presentarse espontáneamente, es habitual que haya zonas que al tocarlas provoquen el dolor (las llamadas zonas gatillo). Los fogonazos intensos de dolor pueden así desencadenarse por vibración o contacto con la mejilla (como afeitarse, lavarse la cara o ponerse el maquillaje), al cepillarse los dientes, mover la cabeza, comer, beber, hablar, masticar, tragar, sonreír… o al estar expuesto al viento, el aire acondicionado o a los cambios de temperatura.
Los ataques de dolor raramente se producen por la noche, cuando el paciente duerme: no suelen perjudicar el sueño.
La esclerosis múltiple es una enfermedad causada por el deterioro de la mielina en todo el organismo. En las personas con EM es este deterioro en la vaina de mielina del nervio trigémino el causante del síntoma.
Los ataques de neuralgia del trigémino pueden desaparecer durante un período de tiempo y luego volver, a veces más fuertes.
Para prevenir la neuralgia, se deben evitar en lo posible los factores desencadenantes que el enfermo ya sabe que le provocan el dolor. En los días previos a que comience un episodio, algunos pacientes pueden incluso experimentar una sensación de cosquilleo o entumecimiento o un dolor persistente y constante que les advierte de lo que está por venir. Debido a la intensidad del dolor, algunos pacientes evitan las actividades diarias cuando temen un ataque inminente.
Si aparece un dolor como el descrito, el paciente debe ponerse en contacto con su enfermera, médico de familia o con su neurólogo directamente. Es importante que describa su dolor tan claramente como sea posible, y no olvidar comentar si es insoportable para que le visiten tan pronto como sea posible. Porque existe tratamiento para la neuralgia del trigémino.
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