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Dos mujeres mirando una tablet riendo

Cuando a una persona se le diagnostica una esclerosis múltiple (EM), es normal que surjan dudas e incertidumbres. La enfermedad suele aparecer en personas jóvenes que están iniciando sus proyectos vitales y pueden ver truncados sus planes de futuro. Hay ocasiones en las que uno no sabe muy bien cómo responder a la pregunta: «¿y qué va a pasar ahora?»

Uno de los aspectos que generan más dudas es el laboral. «¿Podré seguir trabajando con esclerosis múltiple?», se preguntan muchos.

Actualmente, la mayoría de las personas con esclerosis múltiple encuentran la forma de lograr que la enfermedad no se interponga en sus proyectos ni dictamine lo que pueden o no pueden hacer. Y es que tener esclerosis múltiple ya no significa tener que jubilarse ni tener que renunciar a llevar una vida activa, como hace veinte años.

Gracias a los nuevos tratamientos, que ayudan a controlar los síntomas y permiten mantener una buena calidad de vida, la mayoría de las personas con esclerosis múltiple pueden seguir trabajando y llevar a cabo sus actividades cotidianas con normalidad. La detección temprana es fundamental para empezar el tratamiento lo antes posible, desde los primeros síntomas, y mejorar así el pronóstico.

Según los expertos, el trabajo debe mantenerse en la medida de lo posible, porque facilita la interacción social de las personas con esclerosis múltiple y les produce sentimientos de utilidad. Además, se ha observado que la actividad laboral no condiciona una peor evolución de la esclerosis múltiple.

Por supuesto, la esclerosis múltiple es distinta para cada persona y puede ser imprevisible. Si en algún momento se llegara a necesitar alguna adaptación en las condiciones de trabajo, como por ejemplo un horario flexible u otra clase de ayuda, debe comunicarse a su superior. Las leyes recomiendan al empresario proporcionar condiciones idóneas de trabajo y los empleados están protegidos legalmente ante cualquier forma de discriminación.

En definitiva, la respuesta a la pregunta «¿podré seguir trabajando con esclerosis múltiple?» es que sí se puede tener una vida laboral activa. El truco está en adaptar las actividades a la nueva situación.

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Referencias:

  1. La vida laboral y la EM.

  2. Fernández O, Fernández V, Guerrero M. Todo lo que usted siempre quiso saber acerca de la esclerosis múltiple y no se atrevió a preguntar. 2ª ed. Línea de Comunicación.

  3. Boscà I, Casanova B. Esclerosis múltiple. Una visión general. GH Continuada 2007;6(3):147-150.

  4. Esclerosis múltiple – Preguntas y respuestas.