Dar el pecho o no... he ahí la cuestión. Toda mujer que va a tener un hijo se lo plantea, más aún si tiene una enfermedad crónica como la esclerosis múltiple. No podemos decidir por ti, pero sí responder las dudas que pueden surgirte. En este artículo, damos respuesta a 5 preguntas sobre lactancia materna y esclerosis múltiple.
1. ¿Puedo dar el pecho si tengo esclerosis múltiple?
La respuesta rápida es que sí. Ahora, vamos a matizarla.
La lactancia materna no parece afectar al curso de la enfermedad. Después del parto, el riesgo de sufrir un brote aumenta. Sin embargo, no tiene nada que ver con la lactancia: el riesgo es mayor independientemente de que des el pecho o no. Es más, hay algo de controversia en cuanto a que dar el pecho proteja de los brotes. Realmente, esto no está nada claro y se necesitan estudios para poder afirmarlo.
El motivo por el que tal vez dar el pecho no sea la mejor opción en tu caso es que algunos medicamentos no son compatibles con la lactancia materna.
2. ¿Cómo influyen los medicamentos en la lactancia materna?
Depende del medicamento que tomes. Algunos han demostrado claramente que pasan a la leche y pueden perjudicar a tu hijo. Otros parece que son seguros, pero no hay experiencia suficiente para afirmarlo con rotundidad, así que es preferible no dar el pecho mientras se toman.
Tienes que hablar con tu neurólogo para que te diga el riesgo que corres en tu caso particular. Si tienes una enfermedad poco agresiva y quieres dar el pecho, seguramente no habrá inconveniente en esperar antes de reiniciar el tratamiento. Por el contrario, si la esclerosis es más activa, tal vez sea mejor retomar el tratamiento cuanto antes y dar a tu hijo lactancia artificial.
3. ¿Qué ventajas tiene la leche materna para mi hijo?
La leche materna ha demostrado ser el mejor alimento para los bebés. Se recomienda darla en exclusiva (sin ni siquiera dar agua) durante los 6 primeros meses, y luego continuar, ya junto con otros alimentos. Como explica la Asociación Española de Pediatría, las ventajas de la leche materna para el bebé son muchas:
-
Protege de las infecciones, por ejemplo, las respiratorias, otitis y diarreas.
-
Protege del síndrome de muerte súbita del lactante.
-
Disminuye el riesgo de alergias y de ciertas enfermedades: colesterol alto, diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad celíaca y enfermedad inflamatoria intestinal.
-
Proporciona seguridad al bebé y favorece el vínculo con la madre.
-
Previene las caries y los problemas dentales.
-
Potencia el desarrollo intelectual.
Aparte de estas, la lactancia materna tiene también otras ventajas: es más barata, protege el medio ambiente, etc.
4. ¿Qué problemas puedo encontrarme si decido dar el pecho?
Tener un bebé es muy cansado. Cualquier mamá puede contártelo: lloros, cambios de pañales, lavar ropa, darle de comer… Las noches sin dormir son la tónica para muchas familias. Dar el pecho supone que hay algo que nadie podrá hacer por ti. Si la fatiga es uno de tus síntomas habituales, es posible que el agotamiento sea excesivo. Trata de que te ayuden con todas las demás tareas, de forma que no agotes energía.
Aparte, claro está, puedes tener las mismas dificultades que cualquier otra mujer. La Asociación Española de Pediatría te ayuda a resolverlas.
5. ¿Y qué pasa si no le doy el pecho?
Nada. De verdad, no pasa nada. En estos tiempos, todo el mundo opina y cree saber qué es lo mejor para los demás. No hagas caso. Decidas lo que decidas, estará bien, porque lo habrás hecho buscando el bienestar de tu bebé. Si finalmente no le das el pecho ―por ejemplo, porque el neurólogo no te lo recomienda―, estará bien. Cuidarte tú es cuidar a tu bebé.
No te agobies. Infórmate bien y recuerda que, hagas lo que hagas, eres la mejor mamá del mundo.
Curated Tags